Si tuviera un solo deseo, pediría que me llevara el mar.
Me acostaría con todo este cansancio muy cerca de la orilla. Cerraría los ojos. Luego a esperar.
Escucharía el rumor de las olas que se acercan. Sentiría por última vez el peso de mi cuerpo y repetiría mi nombre como para asegurarme de que hubo al menos una despedida. Una bandada de pájaros volaría sobre mí con indiferencia. Adiós, adiós a todos.
El mar. Que venga el mar de un solo golpe y me cubra como una sábana. De los pies a la cabeza. La espuma se mezclaría con sangre y andaría alrededor de mis órganos para deslavarme por dentro. Sentiría que arrastra mi pecho. Mi cara. Mi puño y la letra.
Y me bebería la arena.
Y sangraría ya sin preocuparme de que alguien me vea.
Llévate mis ojos, mar. Llévate mis dedos. Ahoga mis memorias y luego déjame dormida. Ya no quiero sentir más.
Por si acaso, un epitafio:
No fue tu engaño. Eran mis ganas de ser libre.
*Los textos de la Nebulosa del Cangrejo son contenido original de Anabel Casillas (Twitter: @DimeChascona)
Gisela
July 20, 2018Mis ojos lo leyeron y mi mente lo tradujo para que todo el cuerpo lo viviera.
Hermoso.
GRACIAS